La inmunoterapia ya ha probado su validez en varios tipos de tumores y pacientes y un nuevo estudio ha demostrado que añadir un tipo de terapia que activa el sistema inmune, denominada penbrolizumab, a la quimioterapia tradicional mejora el pronóstico e incluso las posibilidades de curación de las pacientes con el cáncer de mama más agresivo, el triple negativo, en estado localizado, según los promotores del ensayo.
En 2021, una investigación liderada por el doctor Javier Cortés, director del International Breast Cancer Center-Pangaea Oncology, situado en Barcelona, ya demostró que el uso de penbrolizumab, junto con quimioterapia, es muy eficaz frente al cáncer triple negativo en estado metastásico, hasta el punto de que la investigación fue publicada en la revista ‘The Lancet’ y la agencia de medicamentos de EEUU aprobó de forma acelerada su uso clínico.
El nuevo ensayo, presentado en el Congreso Esmo 2024 que se ha celebrado estos días en Barcelona, y publicado en ‘The New England Journal of Medicine’, demuestra ahora que también es útil usar inmunoterapia en el cáncer de mama triple negativo localizado, en los estadios II y III, por tanto, en fases más tempranas y en las que no se ha extendido a otras partes del cuerpo.
Los resultados
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El estudio ‘KEYNOTE-522’ se ha llevado a cabo en 181 hospitales de 21 países de Europa, Norteamérica, Asia y Latinoamérica y en él han participado 1.174 pacientes con este tipo de cáncer no tratadas previamente. A 784 mujeres se les suministró inmunoterapia más quimioterapia antes y después de la cirugía y al resto, placebo más la terapia estándar. Y, tras seguirlas durante más de seis años, se ha observado una “mejora significativa en la supervivencia global” en el primer grupo. A los cinco años, el 86,6% de las pacientes tratadas con pembrolizumab siguen vivas frente al 81,7% de las pacientes tratadas con quimioterapia más el placebo.
Y la supervivencia libre de eventos clínicos (de los cuales el más común fue la recurrencia o reaparición de la enfermedad) fue del 81,2% frente al 72,2%. Asimismo, el tiempo que las pacientes vivieron libres de enfermedad fue de 55,3 meses frente 54,1 meses, respectivamente.
Las posibilidades de curación
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“Aumentar un 5% las posibilidades de curación de las pacientes significa que, de cada 100 pacientes tratadas con inmunoterapia, hay 5 pacientes más que se van a curar cuando antes no lo hacían. Son datos que son muy difíciles de conseguir. Por ejemplo, hay veces que la quimioterapia solo consigue un beneficio de un 2% o un 3% más. Por tanto, que un 5% más de pacientes sobrevivan a los 5 años son datos muy significativos y, además, pocas veces vistos en cuanto a curaciones en el mundo de la oncología. Estamos hablando que hoy se curan alrededor de un 80% de estas pacientes”, explica el doctor Cortés, líder del ensayo y coautor junto con el doctor Peter Schmid, primer firmante.
En su opinión, estos resultados demuestran que la inmunoterapia antes y después de la cirugía debe incorporarse a la práctica clínica como tratamiento estándar en este tipo de tumores. “El cáncer de mama triple negativo, que es el tumor mamario más agresivo, debe tratarse con quimioterapia más pembrolizumab cuando su tamaño sea de dos centímetros o más y/o la paciente presente ganglios afectados en la axila”, indica.
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“Antes de este estudio ya sabíamos que la adición de pembrolizumab a la quimioterapia mejora el pronóstico de las pacientes con cáncer de mama triple negativo localizado; es decir, que con este tratamiento controlamos mejor la enfermedad y, así, conseguimos que haya menos recaídas. Pero, ahora, sabemos que añadir pembrolizumab a la quimioterapia se traduce en más curaciones y esto es lo es verdaderamente novedoso e importante. En síntesis, lo que estamos diciendo es que se curan más pacientes, si reciben inmunoterapia”, subraya el doctor Cortés, máximo experto mundial en el cáncer de mama HER2+ y cuarto mayor experto del mundo en el cáncer de mama, según el ranking internacional Expertscape.
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