Por mucha retórica que haya a favor de terminar con los combustibles fósiles, lo cierto es que los gobiernos y los bancos continúan inyectando grandes cantidades de capital en estas empresas, a través de las más variadas formas. De hecho, financian en mucha mayor medida el petróleo y el gas que las energías renovables. Y, además, las grandes petroleras presionan a los países del Sur (los más afectados por el cambio climático) para que les sigan subvencionando estas actividades contaminantes. Esta es la conclusión de un exhaustivo estudio que acaba de publicar la entidad Alianza por la Solidaridad-ActionAid. España subvenciona cada año con 26.000 millones de dólares a los combustibles fósiles.
“Las empresas contaminantes de los sectores más destructivos para el clima, como los combustibles fósiles y la agricultura industrial, siguen acaparando fondos públicos y están presionando a los países del sur global para que les otorguen más de 600.000 millones de dólares en subsidios públicos cada año”, ha afirmado esta entidad en la presentación del informe.
El estudio explica cómo estos sectores se benefician de subsidios públicos, que ascienden a un promedio de 677.000 millones de dólares anuales solamente en el Sur Global, una cantidad de dinero que podría triplicar la financiación de la educación para todos los niños y niñas en África subsahariana. En el conjunto del planeta, las ayudas públicas a los hidrocarburos alcanzaron los 7 billones de dólares en 2022, según el FMI.
Casi sin ayudas a las renovables
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Mientras tanto, el dinero que destinan los países del Norte a la transición energética está muy por debajo de estas ayudas a los combustibles fósiles. Esta financiación a las renovables supone tan solo 1/20 de la financiación pública que el Sur Global destina a los combustibles fósiles y a la agricultura industrial.
“Las grandes petroleras están desangrando al Sur Global de los fondos públicos que deberían estar utilizando para la transición energética”
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El informe ‘Cómo se mueve el dinero: cómo las empresas contaminantes acaparan los fondos públicos y alimentan la crisis climática en el Sur Global’ examina el destino de fondos públicos en los países del Sur y revela que las mismas industrias que están causando la crisis climática y dañando a las comunidades también obtienen la mayor parte de los fondos públicos de los gobiernos del Sur. Entre las multinacionales que se benefician de estos subsidios están Shell y al gigante de la agroindustria Bayer (la empresa matriz de Monsanto).
Teresa Anderson, líder global en Justicia Climática de ActionAid International y una de las autoras del informe, subraya: “Las industrias con mayor impacto climático están desangrando al Sur Global de los fondos públicos que deberían estar utilizando para enfrentarse y adaptarse a la crisis climática”.
España: casi 26.000 millones de dólares al año
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Pero este no es solo un problema en el Sur Global. Según los datos e informe publicado por el FMI el año pasado, los subsidios a combustibles fósiles a nivel mundial alcanzaron los 7 billones de dólares en 2022 (el equivalente al 7,1 % del PIB mundial). En el caso de España, los subsidios a los combustibles fósiles en 2022 alcanzaron los 25.968 millones de dólares.
Esa cifra representó unos 12,2 millones de euros destinados cada minuto a las energías sucias en nuestro país.
Mientras tanto, la falta de financiación climática por parte de los países del Norte Global para la transición climática significa que los países del Sur Global están atrapados en un desarrollo que destruye ecosistemas, acaparan tierras y agravan la injusticia del cambio climático.
“Tristemente, las promesas de financiación climática de los países del llamado Norte Global son tan vacías como la retórica hueca que repiten desde hace décadas. Necesitamos compromisos genuinos para acabar con la crisis climática”, ha señalado Isabel Iparraguirre, responsable de Alianza-ActionAid en transición ecológica.
“En los países más vulnerables al cambio climático, la energía renovable recibe 40 veces menos financiación pública que los combustibles fósiles”
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“La falta de financiación pública y climática para soluciones significa que, en los países más vulnerables al cambio climático, la energía renovable recibe 40 veces menos financiación pública que el sector de los combustibles fósiles. Necesitamos reorientar los flujos financieros que están alimentando la crisis climática y, de nuevo, la financiación será uno de los temas clave en la próxima COP29”.
También la agricultura industrial
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El informe también desmiente la falsa narrativa de que la expansión de los combustibles fósiles y la agricultura industrial en el Sur Global es necesaria para abordar la inseguridad alimentaria y la pobreza energética, y para proporcionar medios de vida e ingresos públicos en los países del sur. Los datos muestran que las explotaciones agroindustriales y de monocultivos están centradas en la exportación y no en la alimentación de la población local o la generación de empleos de calidad, al igual que ocurre con la extracción de combustibles fósiles.
Jonah Gbembre, activista de Iriwekan en el estado de Delta de Nigeria, donde la extracción de combustibles fósiles de Shell ha tenido impactos locales devastadores, añade: “Las comunidades en el Delta del Níger han sido testigos de primera mano del daño irreparable causado por la perforación petrolera. Los ríos que sustentan los medios de vida están contaminados. La gente está luchando por conseguir agua potable, y la pesca ya no es posible ya que todos los peces han muerto. La quema de gas ha causado problemas de salud a nuestros hijos. Hemos perdido nuestro modo de vida y no hay un final a la vista para nuestro sufrimiento”.
“Nuestros impuestos no deberían estar apoyando a empresas petroleras como Shell, que destruyen nuestras comunidades y nuestro modo de vida. En su lugar, el gobierno debería financiar formas alternativas de energía como la solar y la eólica que no nos perjudicarán”.
Ante toda esta situación, los autores del informe piden “redirigir la financiación pública para apoyar transiciones justas desde los combustibles fósiles destructivos hacia soluciones climática”. También reclaman “regular los sectores bancario y financiero para terminar con la financiación destructiva, con regulaciones que establezcan estándares mínimos para los derechos humanos y el cuidado del medio ambiente, y transformar las instituciones financieras internacionales que están empujando a los países vulnerables al clima a una espiral de deuda”.
Informe íntegro: https://www.alianzaporlasolidaridad.org/casos/empresas-contaminantes-acaparan-los-fondos-publicos
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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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