El Gobierno ya no garantiza la convocatoria de una Conferencia de Presidentes para este mes de septiembre, como se comprometió antes del parón estival ante la presión de los populares y del propio reglamento. Ni la situación de los menores migrantes en Canarias ni el debate sobre la financiación autonómica urgen en Moncloa para reunir a los presidentes de las comunidades autónomas. De hecho, Pedro Sánchez quiere desviar el foco de este foro multilateral al problema del acceso a la vivienda. Según justifican en Moncloa, la Conferencia de Presidentes debe tener por objeto buscar “consensos” y no ser una pista para la confrontación política. La adopción de acuerdos, sin embargo, debe ser por consenso de todos los presidentes autonómicos, siempre que la asistencia supere los dos tercios.
La intención del jefe del Gobierno es mantenerla congelada, sin ponerle fecha, hasta que se reúna de forma bilateral en Moncloa con todos los presidentes autonómicos. Este jueves Moncloa todavía no había citado formalmente a los presidentes autonómicos. Aunque desde el Gobierno avanzan que su pretensión es llevar a cabo estas reuniones a la mayor brevedad, el presidente del Gobierno estará la próxima semana de viaje institucional en China. Durante su discurso de arranque del curso político, Sánchez solo garantizó que la Conferencia de Presidentes se celebraría en Santander, sin especificar fecha, y su intención de convertir la vivienda en su principal objeto de debate y el propósito fundamental de la cita.
Después de perder la mayoría de poder institucional, el jefe del Ejecutivo trata de sortear con los barones del PP algunos de los principales debates que reclaman. De ahí que se haya ido retrasando su celebración, a pesar de que el reglamento marca que debe reunirse al menos dos veces al año. La última de ellas se celebró en marzo de 2022. Además de la política migratoria, los presidentes del PP reclaman especial énfasis en el concierto catalán, pero también otros compromisos de investidura con los independentistas que denuncian por incurrir en desigualdad territorial.
Aunque el presidente del Gobierno tiene capacidad para incluir los asuntos que considere, el reglamento también permite delimitar el orden del día al Senado, que está bajo el control del PP con mayoría absoluta. Asimismo, una mayoría de comunidades autónomas pueden proponer asuntos para el debate si lo solicitan conjuntamente. La falta de control en los asuntos a abordar es patente y de ahí que se busque una ronda previa bilateral.
Propuesta única
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En Moncloa deslizan que dentro de las filas del PP hay diferentes posiciones en materia de financiación o a la hora de sumarse a la condonación parcial de la deuda pactada con Cataluña y extensible a otras comunidades. El desarrollo de singularidades en financiación a partir de lo recogido en diferentes estatutos, extendiendo el pacto con ERC como un café para todos, es otra de las cartas que buscan jugar los socialistas. A ello se suma el anuncio de Sánchez de duplicar los recursos del fondo de compensación territorial dentro del impulso de un nuevo modelo de financiación que recoja las “singularidades” de las distintas autonomías.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, echaba balones fuera este martes en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros descargando la presión en Feijóo para que presentase una propuesta única de financiación de sus barones. “Cada líder de una autonomía pide lo suyo, Juanma Moreno pide la quita, Azcón dice a sus compañeros que no se fíen del Gobierno, y por otro lado el presidente valenciano pide más recursos y financiación”, ironizaba.
Recursos judiciales
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En Génova tratan de unificar la posición de sus barones autonómicos. Algo que busca escenificarse con una cumbre de barones que se celebrará en Madrid este viernes. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aprovechaba su discurso de arranque del curso político 24 horas de la cumbre para lanzar al resto de barones el mensaje de que no se dejen “sobornar” por el presidente del Gobierno en encuentros bilaterales. “Si hay una reunión, que sea para ir todos juntos”, dijo en referencia a la Conferencia de Presidentes. Precisamente, Sánchez confrontó modelos con la presidenta madrileña en su discurso de este miércoles, sin mencionar a Feijóo.
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A la espera de los encuentros bilaterales con los presidentes autonómicos, Sánchez vuelve a congelar la Conferencia de Presidentes. En Génova llevan meses exigiendo una convocatoria, echando mano de su potestad para forzarla. El reglamento establece que “la Conferencia será convocada por el presidente del Gobierno, por propia iniciativa o a petición del comité preparatorio o diez presidentes de comunidades autónomas y ciudades con Estatuto de Autonomía”. Los populares presiden once autonomías, además de Ceuta y Melilla. Ante la falta de respuesta por parte del Gobierno, los populares han comenzaron a acudir a los tribunales el pasado mes de julio argumentando un “incumplimiento de las obligaciones legales por parte del presidente del Gobierno.
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