El problema para mejorar los tratamientos médicos no es de producto sino de información, datos y evidencia científica. Este fue el punto de partida de lo que hoy es la empresa balear BioSmartData, cuya historia se remonta de algún modo a 2013, cuando Juan Cifre, socio fundador, entró en una start-up de Zaragoza dedicada a la medicina regenerativa. Cuando esta se vendió a unos inversores, siguió en el proyecto y constataron que había muchas variables que no eran consideradas a la hora de abordar un tratamiento. “Ahí fue cuando nos juntamos en 2020, en plena pandemia, cuatro profesionales, de perfil muy técnico y de diferentes especialidades, para constituir un nuevo programa basado en la innovación a través del dato”.
BioSmartData es una aplicación que recoge datos médicos y los estructura para después analizarlos a través de la inteligencia artificial (IA), con el objetivo de que el tratamiento aplicado pueda tener una función predictiva y prescriptiva. También simula hipótesis para la investigación y para la industria sanitaria. Ahora trabaja sobre un producto denominado PRP (plasma rico en plaquetas) -enmarcado dentro de las terapias biológicas- para abordar el dolor crónico.
Equipo multidisciplinar
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Para empezar, los cuatro socios fundadores –María Cayuela, Luis Ucelay, Pablo Piedra, junto a Cifre– pusieron sobre la mesa lo que sabían del mercado sanitario tras años de exploración y un expertise que venía de las terapias biológicas. “Siempre decimos que la innovación no es cuestión de dinero sino de personas”, asegura Cifre. Constituyeron un equipo multidisciplinar que procede de la parte industrial del sector sanitario: “Al saber de las necesidades que tienen el médico, el hospital, la industria y el propio sistema sanitario, podemos mejorar la medicina”, argumenta.
La compañía se puso en marcha con una primera ayuda estatal a través de Empresa Nacional de Innovación, ENISA, mediante un préstamo participativo, y a una subvención del ICEX para apoyar la internacionalización. Sin embargo, a la hora de obtener financiación pública de Baleares, el proceso se ha complicado.
“En 2023 -explica Cifre-, el Gobierno balear publicó una convocatoria de cinco millones para proyectos de investigación. Nos presentamos con uno para el abordaje completo del tratamiento del dolor crónico. Un proyecto made in Baleares, que aporta una solución global para el sector sanitario. Fuimos los mejor puntuados, según una evaluación externa. El proyecto está valorado en 2,8 millones con una duración de tres años de ejecución y cuenta con 1,3 millones en concepto de subvención europea y una parte regional. El problema -grave- es que esta subvención no conlleva anticipo. La razón son criterios de evaluación técnica que no comprendemos. Seguimos esperando una solución”. En 2024, han cerrado una ronda de inversión de 650.000 euros.
BioSmartData ha desarrollado y puesto en el mercado una aplicación que resuelve la necesidad clínica, investigadora y regulatoria, a partir de procesos de calidad, combinando datos de los pacientes con datos de los fabricantes. “Se trata de ordenar para comparar -según Cifre-. Estamos centrados en ofrecer una solución integral para todo el ecosistema sanitario: ayudando a los médicos a mejorar la toma de decisiones, apoyando a la industria en la optimización de sus productos [cumpliendo con las regulaciones] and contributing to the healthcare system reducing costs with greater efficiency in treatments. However, our main objective is the patient, so that they receive the best therapeutic option through personalized medicine.”
Respecto a los costes que se pueden ahorrar con más eficiencia, “son muchos millones de euros”, apunta Cifre. “Ya se están publicando estudios sobre el potencial del sistema RWE en el sector sanitario para generar un ahorro significativo: se estima que puede oscilar entre el 10% y el 30% de reducción en costes globales de atención médica, dependiendo del contexto y la efectividad de su aplicación. Considerando que el gasto sanitario anual en España es de 120.000 millones, podemos hacer cuentas del ahorro”. Sin embargo, apunta, el impacto exacto dependerá del alcance y la profundidad con que se integre este sistema en las prácticas clínicas y la gestión sanitaria.
Reconocimientos
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Cabe advertir que es imposible aplicar esta solución a toda la medicina: hay más de 50 especialidades, cada una trata unas 150 dolencias y para cada una de estas existen una veintena de técnicas. Cada técnica tiene, por su parte, una docena de productos específicos. “Nosotros diseñamos por especialidad, dolencia, técnica y producto. Nuestra aplicación está pensada para recoger datos de forma sencilla y así facilitar al médico el proceso”.
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BioSmartData ha sido seleccionada como finalista de los prestigiosos premios eAwards España 2024, impulsados por la Fundación NTT DATA, que se otorgan a la mejor start-up española. En esta edición se presentaron más de 620 empresas de todo el país y después de un riguroso proceso de evaluación quedaron siete finalistas. La elección de la ganadora tendrá lugar el 26 de septiembre de 2024 en Bilbao. Este reconocimiento se suma a su reciente inclusión en un estudio de ENISA como una de las empresas emergentes más innovadoras en el ámbito nacional, destacando su crecimiento acelerado y su impacto en la sanidad a través de la tecnología. Además, BioSmart Data también es finalista en el certamen TOP 101 Spain Up Nation, que reconoce a las empresas más innovadoras y con mayor impacto en el ecosistema emprendedor de España.
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