Como una especia clásica que durante años ha sido un ingrediente esencial en la cocina mediterránea, el laurel ha encontrado una nueva vida en los hogares españoles.
Lo que antes se limitaba a ser una hoja aromática para dar sabor a guisos y estofados, ahora se ha convertido en un ingrediente poliacético, que se utiliza en una amplia variedad de prácticas que van mucho más lejos de la gastronomía. Desde su uso en remedios caseros hasta su papel en rituales de bienestar el laurel se ha ganado en los útimos meses un lugar muy destacado en diversos aspectos de la vida cotidiana.
En la cocina, el laurel ha sido apreciado de toda la vida por su capacidad para realzar el sabor de los platos como los guisos, pero su uso no se detiene ahí. En muchos hogares se ha incorporado también a infusiones para aliviar problemas digestivos o incluso como un repelente natural para mantener alejadas a las plagas del hogar. Las hojas de laurel también se colocan en el interior de los armarios para ahuyentar insectos y mantener la ropa con un aroma fresco y natural.
Más recientemente, el laurel ha encontrado un lugar en el mundo del bienestar y la espiritualidad. Inspirados por tradiciones antiguas y prácticas como el Feng Shui, muchas personas han comenzado a utilizar el laurel como una herramienta para atraer energía positiva y buena fortuna. Este cambio en la percepción del laurel lo ha elevado de simple condimento a un símbolo de prosperidad y éxito.
Así es el ritual del laurel quemado
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El uso más novedoso y comentado del laurel en España es su quema en un ritual que promete atraer la buena suerte y la abundancia. Este ‘truco’, que se ha popularizado en redes sociales y blogs de bienestar, consiste en quemar hojas de laurel al inicio de cada mes, especialmente en septiembre, con la esperanza de manifestar deseos y atraer energías positivas.
El proceso es sencillo, pero simbólicamente cargado: según dicen los enteniddos, se necesita escribir los deseos en hojas de laurel con una lapicera de tinta roja (un color que representa la vitalidad y la fuerza).
Luego se queman estas hojas en un recipiente que sea resistente al calor, mientras se visualiza cómo el humo lleva los deseos al universo. Este ritual, aunque accesible y fácil de realizar, no está respaldado por la ciencia, sino que se basa en creencias y prácticas espirituales que buscan proporcionar un sentido de control y esperanza en tiempos inciertos.
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Es importante recordar que, aunque este tipo de prácticas pueden ser reconfortantes para algunas personas, no deben tomarse como una solución a problemas reales ni como un sustituto de enfoques basados en evidencia. La quema de laurel y otros rituales similares pueden tener un efecto placebo, ayudando a las personas a sentirse más seguras y optimistas, pero no deben reemplazar el cuidado profesional en situaciones de salud mental o emocional.
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