Dani Carvajal dio la cara ante el ‘caso Vinicius’ y uno de los capitanes de la Roja defendió que España “no es un país racista”, aunque está a favor del protocolo de LaLiga y quizá algún día marcharse de un campo por insultos racistas hacia algún futbolista.
Carvajal empezó señalando que “llegar a los 50 partidos no me lo podía imaginar. Saltar como capitán de nuestro país es algo fantástico que guardaré en mi retina toda la vida, mi círculo cercano sabe lo que significa”.
Acto seguido, afrontó el tema Vinicius: “Desde dentro, los compaeñros vamos en contra de cualquier situación de racismo, sé lo que sufre, le apoyamos interna y públicamente, hay protocolos para que energúmenos no vuelvan a eventos deportivos. Más allá de ese pequeño grupo, no creo que España no merezca el Mundial. La diversidad es altísima a nivel cultural. No hay que poner en duda que España es racista, en mi barrio de Leganés lo he vivido, para nada es un país racista”.
Eso sí, Carvajal se mostró partidario de medidas contundentes. “No sé exactamente como procede el protocolo que se marcó desde los incidentes de Mestalla. No me parece descabellado salir del campo y no volver a jugar hasta que se expulse a la persona”.
Volviendo al fútbol y su candidatura al Balón de Oro, Carvajal señaló que “siendo defensa es más complicado, luce el gol, es la complejidad más alta para los galardones, pero solo con tener la opción de ganarlo estoy muy feliz, lo vivo con mucha emotividad y orgulloso”.
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De su trayectoria, Carvajal dijo que ha tratado de ser “un referente para los jóvenes, ser un ejemplo” y que “España vuelve al lugar que merece en el mundo del fútbol, también en el fútbol femenino, en las categorías inferiores, se vio en los Juegos Olímpicos”. El lateral incluso añadió que “Europa nos mira con cierta envidia”.
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