Había varias señales que advertían de que no hay tranquilidad, precisamente, de puertas hacia dentro de El Arcángel. El resultado del Córdoba CF en Elche dolió y puso las orejas tiesas no sólo a los aficionados, que se hacían cruces viendo el juego de los de Ania, sino también a los dirigentes que viajaron con el equipo y, sobre todo, a los que sostienen el entramado. “Me gustaría poner en valor dónde estamos, de dónde venimos y hacia dónde vamos”, dijo Antonio Fernández Monterrubio, en un preludio de lo que iba a ser una versión actualizada de aquel inolvidable “estábamos en la UVI” bajo el que todo ha de comprenderse, aceptarse e incluso tragarse. “Soy consciente del pesimismo, de la negatividad que hay fuera. Está claro que fue un partido horroroso, nos pintaron la cara”, reconoció el sevillano, que era escuchado, entre otros, por una persona que es más importante de lo que pueda parecer. El nivel de la comparecencia era tal que Ricardo Oliveras, socio encargado del área mercantil y de fusiones y adquisiciones en el despacho Écija estuvo en la sala de prensa de El Arcángel, una persona vital en este Córdoba CF de Infinity. Era otra de las señales sobre el peso que tenía la comparecencia, no ya sólo por lo que se debía informar –que, a final de cuentas, tampoco era tanto- sino por el mensaje que se intentaba transmitir. Tras una venta de entradas en las eliminatorias de ascenso y una campaña de abonados dignas de club de aldea, el inicio deportivo fue acorde a esas gestiones y no había otra que llamar a la calma.
Cuatro años de gestión deportiva
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“Hace 73 días estábamos fuera del fútbol profesional”, dijo Monterrubio, olvidando sin ir más lejos la década larga en la que el club estuvo en ese fútbol profesional, reduciendo la existencia del Córdoba CF a “cinco años antes”, cuando “el club estaba a punto de desaparecer”, los cinco años que, precisamente Infinity, tardó en devolver al Córdoba CF a su lugar. Nada mejor que calmar los ánimos a un enfermo recordando lo de aquella criatura durante la pandemia: “Bueno, peor es morirse”. Volviendo a llamar a la UCI, Monterrubio recordó que el Córdoba CF “no desapareció porque unos señores de Baréin pusieron a lo largo de estos cinco años más de 25 millones de euros”. Alguien por los pasillos de El Arcángel debía decirle al sevillano que igual hay quien piensa en la ciudad que ese club costó cinco veces menos –como mínimo- de lo que hubiera costado cualquier otro club por otras vías, más canónicas. O que parte de ese coste que asegura ser de 25 millones tenga que ver, en parte, con la desastrosa gestión deportiva que terminó con el equipo en la cuarta categoría del fútbol nacional -40 años llevaba el Córdoba CF sin pisarla- o por determinados importes abonados por el club a su clase dirigente y/o mandos intermedios, incluyendo rescisiones adelantadas que se abonarán, algunas de ellas hasta el 2026. También se podría llevar la contraria a una declaración que hizo el propio Monterrubio en su comparecencia: “No pagamos jubilaciones en el Córdoba CF”. Será desde hace un año, sólo tiene que repasar las cuentas del último cuatrienio previo a su llegada.
Llave de unos, casa de otros
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También esa es “la realidad” que reclamó este jueves Monterrubio en sala de prensa, al igual que también es real que el interés de Infinity en el Córdoba CF tiene mucho más que ver con la ciudad y lo que puede ofrecer a sus inversores, por lo que a fin de cuentas, Baréin está comprando una llave que no pocos ciudadanos, cordobesistas, ven como casa, como hogar. Volvió a reclamar tranquilidad el CEO alegando que “las notas se ponen en junio” y tiene razón. Pero con “la realidad” también se topa uno cuando ve al niño llegar con los primeros exámenes cateados. No puede decir Monterrubio que ante esa situación se lleva al niño al cine repitiéndole “tranquilidad” a la madre, sino que la preocupación en la casa se hace más que evidente, porque es lógica.
Contradicciones
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Entró posteriormente en contradicción el dirigente del Córdoba CF. Y además, en la misma frase. “La temporada pasada, por esta época, había pesimismo, negatividad y, al final, se consiguieron los objetivos”, dijo, para proseguir afirmando que “estamos en Segunda, no en Primera Federación, y los errores se penalizan mucho más. Errores que antes podíamos cometer ahora se penalizan más”. Precisamente es por lo que el aficionado medio muestra su preocupación, porque sabe que esta categoría no es la de la pasada temporada, mientras que el equipo titular, en un 80% sí que es el mismo de la pasada campaña.
Mostró su mejor cara Monterrubio con el “expediente Casas”. El rambleño es patrimonio del Córdoba CF y situaciones más complicadas se han reconducido en la entidad blanquiverde en el pasado de manera que a junio siguiente todos salgan beneficiados. Eso sí, dependerá mucho de su capacidad de negociación, pero indudablemente, deshacerse de un jugador como el cordobés debía hacerse con unas garantías que era imposible, o muy difícil, que se dieran.
“Quiero lanzar un mensaje de tranquilidad, de confianza, de que entiendo la frustración o la decepción después del partido del último día“, reiteró Monterrubio, que volvió a mostrar “confianza absoluta en la plantilla que hemos confeccionado y por supuesto en su entrenador. Esto es larguísimo, solo hemos empezado, llevamos tres jornadas, así que pido un poquito de tranquilidad, de paciencia, el equipo es joven, se está adaptando a la categoría, es cierto que aquí no nos esperan, que esto hay que ponerse las pilas rápidamente y que el nivel de exigencia sigue siendo el mismo que nos trajo hasta aquí”. Monterrubio pronunció la palabra tranquilidad en al menos media docena de ocasiones, una de ellas, poco después de decir que el Córdoba CF mostraba la segunda plantilla más joven de Segunda División A y, probablemente, la que menos experiencia en la categoría atesore.
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Clasificación de LCPD
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Por esa falta de experiencia en la categoría de los jugadores se le preguntó también al CEO, que respondió lacónicamente que “es la plantilla que hemos confeccionado”, para añadir luego que “lo económico no marca la clasificación. Si elaboramos una clasificación, que entiendo que saldrá la semana que viene, con los límites salariales, eso tendrá una cierta correlación después con lo deportivo, pero te puedo asegurar que no será así. Si hacemos una clasificación con la veteranía de las plantillas, te puedo asegurar que el 30 de junio esa clasificación tampoco se corresponderá con la clasificación deportiva”. Por lo pronto, se puede observar la de la pasada temporada. El Valladolid, segundo límite salarial, y el Eibar, tercer límite salarial, clavaron sus puestos en la tabla deportiva, segundo y tercero, mientras que el Espanyol, quinto límite salarial, quedó clasificado en cuarta posición y ascendió vía play off. Villarreal B, Andorra y Alcorcón estaban entre los seis límites salariales más bajos de la categoría y hoy son equipos de Primera Federación. Las únicas excepciones reseñables, un Leganés que comenzó como el séptimo límite salarial de la categoría y fue campeón y un Andorra que, teniendo el décimo límite salarial, también descendió. Ellos deben formar parte de esos análisis de “la realidad”.
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