Que los perros entienden palabras que les dirigen sus dueños es un asunto que ha sido ampliamente recogido por investigaciones científicas, pero lo que constituye una novedad es que también las entienden si las pronuncian personas (o incluso artefactos) distintas a su dueño.
Según recientes experimentos realizados, perros entrenados con paneles de botones de sonido pueden comprender palabras específicas y también generar respuestas coherentes con el contexto.
Esta es la conclusión del estudio más importante del mundo realizado hasta la fecha sobre mascotas entrenadas con botones de sonido, dirigido por Federico Rossano, director del Laboratorio de Cognición Comparativa de la Universidad de California San Diego (EEUU) y cuyos resultados se han publicado en la revista PLOS ONE.
The experiment is the beginning of a broader investigation / Pixabay
Rossano, que también aparece en el nuevo y popular documental de Netflix “En la mente de un perro”, enfatiza que esta investigación es solo un paso más de la investigación que está desarrollando actualmente su laboratorio sobre la comunicación entre especies.
Los perros procesan las palabras que escuchan
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El estudio demuestra que los perros entrenados para usar los paneles de sonido respondieron adecuadamente a palabras como “jugar” y “afuera”, independientemente de si estos vocablos eran pronunciados por sus dueños o activados al presionar un botón, y tanto si los botones eran presionados por el dueño o por otra persona desconocida para el animal. Esto sugiere que los perros no solo están “leyendo” el lenguaje corporal o la presencia de sus dueños, sino que realmente están procesando las palabras tal y como son.
Los perros interpretan el lenguaje corporal o la presencia de sus dueños, sino que realmente están procesando las palabras tal y como son
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“Este estudio aborda las dudas que hay sobre si los perros realmente entienden lo que significan los botones”, señala Rossano en un comunicado. “Nuestros hallazgos son importantes, porque muestran que las palabras son importantes para los perros y que responden a las palabras en sí, no solo a las señales que llevan asociadas“.
La investigación implicó dos experimentos complementarios. El primero se realizó con investigadores que visitaron 30 hogares de perros en todo el país para comprobar sus respuestas a los botones del panel de sonido. El segundo experimento utilizó ciencia ciudadana, donde 29 dueños de perros realizaron las pruebas ellos mismos en casa con indicaciones a distancia.
La metodología del estudio fue rigurosamente pre-registrada, lo que garantiza su transparencia, porque está disponible públicamente en línea. Este sistema describe las hipótesis del estudio, los métodos de recopilación de datos, las variables y los planes de análisis antes de que se recopilen los datos. Este proceso, explicó Rossano, reduce el riesgo de seleccionar los resultados a la ligera y aumenta el rigor científico al reducir la probabilidad de sesgo o fraude.
The experiment provided unknown data / Agencias
Rossano agrega: “Con este estudio, solo estamos arañando la superficie del tema. Investigaciones futuras explorarán cómo los perros usan activamente estos botones, incluyendo el significado y la sistemática que hay tras las secuencias de pulsaciones de botones. Nuestra investigación subraya la importancia de estudiar a los animales en su entorno doméstico, proporcionando una comprensión más ecológicamente válida de sus habilidades”.
Este estudio es parte de un proyecto de investigación más grande y en curso que involucra a miles de participantes en todo el mundo. La próxima investigación profundizará en cómo los perros usan espontáneamente los botones de la caja de resonancia, arrojando más luz sobre las complejidades de la cognición y la comunicación de los perros.
Estudio de referencia: https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0307189
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