El verano es un tiempo, en el que los niños y los no tan niños socializan y juegan mucho en las piscinas, playas y otros espacios, pero mientras estos pequeños se divierten muchas veces se producen heridas o arañazos leves con más facilidad porque llevan puesta menos ropa, además de que también puede que les pique algún insecto.
En los dos últimos años los especialistas en Pediatría de Córdoba y de otros puntos de España han apreciado un incremento durante la época estival de los casos de impétigo, una de las infecciones cutáneas más frecuentes en esta época del año, motivo por el cual a diario se atienden casos de este tipo en las consultas y urgencias, como las del hospital San Juan de Dios de Córdoba.
Afección leve, pero “latosa”
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La pediatra de este hospital Gema López señala que se trata de una afección leve, “aunque muy latosa de tratar”, causada por un tipo de bacteria, el estreptococo, y también de forma menos frecuente, por el estafilococo.
López expone que la infección, que termina ocasionando unas costras, se produce normalmente porque el menor se rasca o toca alguna picadura o arañazo superficial y, a través de esa herida, se introduce la bacteria, la cual es muy contagiosa porque los niños interactúan y se tocan mucho entre ellos.
Más visible alrededor de boca y nariz
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La irrupción del impétigo es más visible alrededor de la nariz y boca, aunque se puede extender por la facilidad de contagio a otras zonas del cuerpo, explica esta doctora, siendo más frecuente su incidencia en niños, aunque se puede dar a cualquier edad.
Gema López detalla que el tratamiento que se indica es un antibiótico que se administra mediante una pomada, pero como muchas veces el impétigo se extiende mucho se receta también un antibiótico oral.
Medidas de prevención
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Para prevenir el impétigo esta pediatra aconseja extremar la limpieza de las zonas afectadas, extremando la higiene de manos, usando cristalmina y aconsejando a la persona afectada que no se bañe en la piscina junto a otras personas. Además, Gema López recuerda que, cuando se aplica la pomada hay que lavarse las manos para no contagiar la bacteria a otras personas, así como separar los objetos personales y ropa de cama o toallas de quien presente la infección.
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Sobre las causas que explican el auge de casos de impétigo, esta pediatra del hospital San Juan de Dios estima que se debe a que los menores que sufren la infección no terminan de curarse bien, al no dejar de tocarse, por lo que siguen contagiando y ocasionando brotes, que más que ser un motivo preocupante de salud, se trata de una patología molesta.
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